¿Qué es?

La Metatarsalgia es el dolor e inflamación que se produce en una parte del pie conocido como el metatarso. Por lo general, se ve afectada la cabeza del primer metatarsiano, proximal al dedo gordo del pie, así como la cabeza del segundo, tercer y cuarto metatarsianos.

Suele darse más frecuentemente en personas activas, tanto hombres como mujeres, pero mayoritariamente en mujeres de edad media, que andan o corren mucho. También es frecuente en aquellas personas que llevan calzados inapropiados, pues en estos casos se produce una sobrecarga mecánica a nivel de la cabeza de los metatarsianos y en personas con los pies cavos.

La intensidad del dolor puede variar y puede afectar a uno o dos dedos de los pies, a veces todo el pie o incluso los dos pies a la vez. La metatarsalgia puede empeorar al estar de pie, caminar o correr, ya que el peso de nuestro cuerpo recae con mayor fuerza sobre la zona afectado.

Causas

En el pie hay pequeños nervios entre los huesos metatarsianos. Cuando la cabeza de un hueso metatarsiano se presiona contra otro, el pequeño nervio queda atrapado entre ellos y comienza a inflamarse, causando la metatarsalgia. La condición puede empeorar a medida que el peso se coloca en el pie, porque a cada paso los huesos metatarsianos se rozan más y más, lo que provoca que aumente la inflamación del nervio, es lo que conocemos como Neuroma de Morton.

El dolor también puede aparecer por sobrecarga e inflamación en la cabeza de los metatarsianos. El pie tiene 5 metatarsianos, el primero de ellos es el más corto y grueso, los otros más delgados, tienen todos una forma similar, siendo más cortos progresivamente desde el 2 hasta el 5º.

Durante la fase de despegue, cuando iniciamos la marcha, la fuerza del peso del cuerpo se transmite desde el pie a la cabeza de los metas, y esta fuerza se transmite en casi su totalidad en el 1º y 2º metatarsianos.

La mayoría de los problemas de sobrecarga de los metas, se producen cuando aparecen algunos cambios en la manera en que se transmite la fuerza a los dedos. Este exceso de presión origina inflamación en la zona afectada, junto con dolor en la cabeza de los metas.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, concurren varios factores en la aparición de una metatarsalgia, como por ejemplo:

• El uso de un calzado poco adecuado. Calzado con tacones altos y de puntera estrecha, o calzado deportivo con una suela estrecha y mal almohadillada.

• Las personas con sobrepeso; dado que el peso del cuerpo se transmite al ante pie. Cuanto más peso se tenga, mayor es la probabilidad de desarrollar una metatarsalgia.

• La edad; cuando una persona envejece, la capa de grasa que protege el pie se puede volver más delgada y el pie tiene menos protección contra el impacto y la carga.

• Ejercicio de alto impacto. Las personas que corren o realizan deportes de alto impacto tienen un mayor riesgo de metatarsalgia, debido a que sus pies absorben grandes cantidades de fuerza.

• La forma del pie y de los dedos del pie. Como por ejemplo en el caso de un Pie Cavo. Este tipo de pie se caracteriza por tener un arco mayor de lo normal, siendo justamente lo opuesto al famoso Pie Plano. Esto hace que apoyemos todo el peso de nuestro cuerpo sobre una superficie más reducida (el talón y la cabeza de los metas), con lo cual, tanto la parte del talón como la del antepie sufren una mayor presión, dando origen a ese dolor tan agudo, especialmente en la zona anterior, que está menos preparada para soportar una gran carga.

También existen otros casos en que la persona tiene un segundo dedo del pie más largo que el dedo gordo del pie, lo que puede provocar un aumento de la presión sobre los metatarsianos.

• Las fracturas por estrés. Se trata de pequeñas grietas en los huesos de los dedos o metatarsianos que pueden causar dolor cuando el peso se coloca en un pie.

¿Cuáles son los signos y síntomas de la metatarsalgia?

Los síntomas pueden variar desde un dolor leve a más grave, y por lo general se hacen más notorios cuando el individuo se encuentra en movimiento. Algunos pacientes lo describen como una sensación de ardor, mientras que otros se quejan de dolor punzante, hormigueo o entumecimiento de los dedos de los pies. En definitiva, puede tratarse de un dolor:

• Quemante;

• En la parte anterior del pie;

• Cerca de los dedos de los pies;

• Que aumenta al caminar con los pies descalzos, y más aún si caminamos sobre una superficie dura;

• Dolor que empeora al estar de pie o moviéndose, pero disminuye cuando quitamos el peso de nuestros pies;

• Sensación de hormigueo en los dedos de los pies.

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